En 1945, hacia el final de la Segunda Guerra Mundial, Estados Unidos lanzó la primera bomba atómica sobre la ciudad de Hiroshima, en Japón. La ciudad quedó destruida y murieron más de 200.000 personas por causa de la explosión. Aunque la bomba era cien veces más poderosa que una bomba común, ésta tenía un elemento que no se encontraba en las bombas comunes: la radiación. Sabemos que la radiación es muy peligrosa y que puede causar enfermedades tales como el cáncer.
Una niña japonesa llamada Sadako vivía a dos kilómetros y medio de Hiroshima cuando explotó la bomba, y parecía no estar quemada ni herida. Sin embargo, diez años más tarde, cuando Hiroshima ya había sido reconstruida, Sadako enfermó de cáncer y debió ser internada en un hospital. Estaba asustada, sabía que podía morirse. Los amigos y parientes la visitaban todos los días para tratar de levantarle el ánimo.
Su mejor amiga, C
hizuko, le llevó una grulla de papel y le contó el cuento de la grulla, que es un pájaro sagrado en Japón. Se pensaba que una grulla vivía miles de años y que si una persona enferma hacía mil grullas de papel, los dioses le concederían su deseo de mejorarse.
Sadako decidió hacer mil grullas de papel. Día tras día, los pasaba plegándolas y se dio cuenta que ésta era una buena manera de pasar el tiempo. A veces se sentía demasiado cansada para hacer grullas, pero siempre sacaba fuerzas para lograr su objetivo. Cuando sus amigos y su familia la visitaban en el hospital, trataba de seguir sonriendo y de estar de buen ánimo para que no se preocuparan tanto.
Con mucha paciencia, plegaba y plegaba más grullas, pero lamentablemente falleció en octubre de 1955 después de haber hecho seiscientas cuarenta y cuatro grullas de papel.
Los amigos y amigas de clase de Sadako continuaron su misión y decidieron plegar las grullas que faltaban hasta completar las mil, y éstas fueron enterradas con Sadako.
Sadako no fue la única niña que murió en Hiroshima como consecuencia de la bomba atómica. Muchos otros niños y niñas habían muerto o estaban muriendo a causa de la misma enfermedad, conocida como la "enfermedad de la bomba A".
Con la esperanza de que se pudiera evitar la guerra en el futuro, los niños y niñas de Hiroshima formaron el "Club de la Grulla de Papel", y juntaron dinero para construir un monumento a Sadako y a las grullas. Esta asociación fue creciendo y miles de niños y niñas de todas partes del mundo hicieron donaciones. Después de tres años tenían dinero suficiente para el monumento. Este monumento es conocido como el Monumento a la Paz de los Niños y está en el Parque de la Paz en Hiroshima. Es la estatua de una niña sosteniendo una grulla dorada en sus brazos abiertos. Hay un mensaje tallado en la piedra:
"Éste es nuestro llanto. Ésta es nuestra oración. Paz en el mundo".
Cada año, gente de todo el mundo hace grullas de papel y las manda a Hiroshima. El 6 de agosto se celebra el Día de la Paz, y los niños y niñas de la ciudad cuelgan las grullas en el monumento con la esperanza de transmitir un mensaje de PAZ a todo el mundo.
La grulla de papel en Japón es el símbolo del amor, la amistad, la paz, ... Regalar una grulla a alguien es desearle lo mejor.
¿Te gusta la papiroflexia?
El origami es el arte de origen japonés del plegado de papel, para obtener figuras de formas variadas. En español también se conoce como papiroflexia.
En el origami no se utilizan tijeras ni pegamento o grapas, tan sólo el papel y las manos.
En este vídeo podrás aprender a montar una grulla de papel.
