JEREZ
Luz. Mucha luz y contrastes
como una ropa tendida,
como una acuarela,
bajo el sol de Andalucía.
No hay torero ni jinete
ni dama bien parecida,
que no se quede prendado
cuando a tus ojos te mira.
¡Y es que Jerez, señores,
tiene un encanto hechicero!....
que nadie podrá robarlo
por ser herencia del cielo.
Patios con rejas y flores
de sabores infinitos
que hacen pensar en amores
con delicados caprichos.
Calles de viejos recuerdos
con farolillos bruñidos,
y balcones que se besan
entre geranios floridos.
Carrozas de terciopelo
con resplandores de plata
y caballos enjaezados
de sangre de pura raza.
Toros y vinos famosos
que rezuman alegría
entre palmas y guitarras
que rompen por bulerías.
Torres y templos forjados
por cinceles de la historia
en riquísimos encajes
llenos de esplendor y gloria.
Plazas de sombras repletas
con pinceladas teñidas
y surtidores sonoros
que murmuran melodías.
Cochecitos que circulan
entre el rodar callejero
por caballitos trotones
en dulce cascabeleo.
Y así es Jerez desplegado
bajo el sol de Andalucía,
como una tela en colores
de primores guarnecida.
Honorio Castaño
